Impulsados por el cortoplacismo, los despidos ya no se consideran un último recurso en una recesión o crisis, una estrategia de emergencia, sino un medio para seguir siendo rentables y satisfacer los intereses de los accionistas.
Sin embargo, hay buenas razones para abstenerse de la opción “más fácil”:
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Impacto negativo en la moral de los empleados: Los despidos pueden afectar gravemente a la moral y la motivación de los empleados restantes. Ser testigo de cómo se despide a sus compañeros puede generar miedo, incertidumbre y una sensación de inseguridad laboral. Esto puede provocar una disminución de la productividad, un aumento de los niveles de estrés y una pérdida de confianza en la organización.
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Pérdida de talento: Los despidos suelen conllevar la pérdida de valiosas competencias, conocimientos y experiencia. Los empleados despedidos pueden poseer conocimientos críticos difíciles de sustituir. Esto puede tener consecuencias a largo plazo para la organización, sobre todo si la recesión es temporal y la necesidad de esas competencias reaparece en el futuro.
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Alteración de la dinámica de equipo: Los equipos que han trabajado juntos durante un periodo significativo desarrollan cohesión y sinergia. Los despidos pueden alterar esta dinámica, haciendo que los miembros restantes del equipo pasen por un periodo de adaptación y afectando potencialmente a la colaboración y la productividad. Los nuevos miembros del equipo tardan un tiempo en integrarse plenamente y, durante esta transición, puede producirse una disminución temporal del rendimiento.
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Impacto negativo en la reputación de la organización: Los despidos pueden dañar la reputación interna y externa de una organización. Los empleados que presencian despidos pueden percibir a la organización como insensible y centrada únicamente en la reducción de costes. Externamente, los despidos pueden dañar la imagen de la organización, afectando a sus relaciones con clientes, proveedores y posibles futuros empleados.
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Costo de los despidos: Aunque el objetivo inicial de los despidos suele ser reducir costos, existen costos significativos asociados al despido de empleados. Estos costes incluyen indemnizaciones por despido, subsidios de desempleo, costes de recontratación y reciclaje en el futuro, y posibles gastos legales si los despidos no se ejecutan correctamente. Estas implicaciones financieras deben estudiarse detenidamente.
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Oportunidades de innovación perdidas: Las recesiones pueden permitir a las organizaciones innovar y encontrar nuevas vías de negocio. Las organizaciones pueden fomentar la creatividad y la resolución de problemas en tiempos difíciles manteniendo una plantilla con talento y proporcionándoles apoyo y recursos. Los despidos pueden eliminar a personas que pueden aportar nuevas ideas y ayudar a superar la recesión con eficacia.
En lugar de recurrir a los despidos como respuesta por defecto a una recesión, las organizaciones pueden plantearse estrategias alternativas:
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Horarios reducidos o programas de trabajo compartido: La implantación de programas de reducción de jornada o de trabajo compartido puede ayudar a las organizaciones a gestionar los costes al tiempo que conservan su mano de obra cualificada. Este planteamiento distribuye el impacto de la recesión entre toda la plantilla en lugar de concentrarlo en unos pocos individuos.
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Formación transversal y desarrollo de competencias: Invertir en iniciativas de formación transversal y desarrollo de competencias puede aumentar la versatilidad y adaptabilidad de los empleados. Esto garantiza que puedan contribuir a múltiples áreas dentro de la organización, lo que les hace más valiosos durante los periodos de cambio.
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Modalidades de trabajo flexibles: Ofrecer modalidades de trabajo flexibles, como opciones de trabajo a distancia u horarios flexibles, puede mejorar la moral de los empleados, mantener la productividad y reducir los costes asociados a los espacios físicos de oficina.
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Comunicación abierta y transparencia: Durante una recesión, los líderes deben mantener abiertas las líneas de comunicación con los empleados. La transparencia sobre la situación, los planes de la organización y el papel de los empleados para superar los retos puede ayudar a generar confianza y aliviar la incertidumbre.
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Estrategias de optimización de costos: Las organizaciones pueden explorar diversas estrategias de optimización de costos, como la revisión de los gastos no esenciales, la mejora de la eficiencia operativa y la identificación de áreas de ahorro de costes sin recurrir a despidos.
Al considerar estas alternativas, las organizaciones pueden mitigar los efectos negativos de los despidos y encontrar soluciones más sostenibles que preserven la moral de los empleados, conserven valiosas habilidades y conocimientos y se posicionen para el éxito futuro.